miércoles, 18 de febrero de 2009

Perdonen!!

La verdad que cuando el viernes me subi al micro rumbo a Gualeguaychú, Entre Rios, tenia pensado volver y escribir un posteo sobre las cosas que me pasaron (que no fueron pocas por cierto...), lo lindo de los cuerpos masculinos en las comparsas y todo eso...

Pero les voy a decir la verdad.
Cuando logre recuperar mi cuerpo y por sobre todas las cosas mi mente de esto:




O de Esto:






Ni hablar de Esto:





y POR SOBRE TODAS LAS COSAS DE ESTO:









Ahi vuelvo y les cuento.
Mientras tanto, en el Facebook pueden ver el resto de las fotos.

viernes, 6 de febrero de 2009

Me olvide, se los juro


Hoy estaba intentado escribir separadores para mi programa de radio.
Les juro que no se me cayó una sola idea en toda la santa tarde. Y ahora que digo santa, a eso iba justamente.
La única idea, medianamente decente, y no por eso original, que se me ocurrió fue deformar los mandamientos. (y ya que estamos le agradezco la ayuda a Gonzalo, que me tiró ideas muy copadas).Bueno empecemos como debe ser por el principio, por ende, por el primer mandamiento.
En voz alta dije “amaras a Dios como a tu prójimo”.
Les juro que sentí muchisima vergüenza.

Ok, no mentira, vergüenza no, me cagué de risa. Y me di cuenta que el lavado de cabeza que me dieron en el colegio durante más de 14 años no sirvió para nada. Es más los busquen en Internet, y me sorprendí acordándome de que había uno que era “No invocarás el santo nombre de Dios en Vano”.

Me parece que caí en una página evangelista, porque además hay un Jesús que baila al ritmo del “bombón asesino”.

No me acuerdo los mandamientos.
Creo que no matar, no mentir, y no desear a la mujer de tu prójimo son los únicos que tengo presentes, porque matar no pienso matar nunca, las mujeres no me gustan y mentir… ejem… no mient… ejem.

Y ahí vi toda mi vida frente a mis ojos. O sea, que lo único que me quedó claro de todos esos años de ver pasar curas y monjas y estatuitas de santitos, y estampitas, fue que, la droga, el sexo premarital, mentir, tomar alcohol y todas las cosas buenas de esta vida son pecado.
Pero no fue lo que más me preocupó. No señor.

Y no se asusten con los que les voy a decir, porque seré ducha para escribir sin faltas de ortografía pero definitivamente los números no son lo mío.
No sé las tablas de multiplicar.

Ninguna, non, zero, zip.

Para lograr un número, tengo que aplicar la lógica, onda:
9x8= ¿?
Si 9 es el anterior a diez. Y todos los número multiplicados por diez dan ese numero con un cero atrás. Entonces a 80 le tengo que restar 8.
72.
Y todavía no estoy muy segura de que sea ese el resultado y si llega a estar mal, no lo voy a corregir les aviso, porque esa es mi lógica.
Ni hablar de sacar porcentajes, soy una bestia al cuadrado.

O sea, básicamente seré torpe y todo lo que quieran pero además descubrí que soy hereje y un animalito de Dios (paradójicamente) con los números.
Hablando de animalitos tampoco recuerdo cómo se llamaban las cositas que tienen los peces (vieron? No digo PESCADOS porque si están pescados están muertos) al costado para respirar.
Tráqueas? No eso lo tenemos los humanos.
Ventrículos? No tampoco, porque sino sería chirolita.

….

Por favor si algún lector me puede decir cómo se llaman, porque estoy intrigada desde que me lo preguntó mi hermanita para una prueba de Biología.
Probablemente como productora de Radio, nunca tenga que usar las tablas, porque con los dedos me basta y me sobra.
Y no saber los mandamientos me conviene, así, si los violo, lo hago de completa ignorante y no de guacha.
Pero no acordarme como se llaman las cosas de los peces, me preocupa bastante más.
Y si sigo pensando creo que hay muchas cosas más que se me borraron de la mente.

Ahora entiendo porque mi vieja me decía “dejá de hacer quilombo en el colegio y ponete a estudiar”.
Porque convengamos en que si no me acuerdo las tablas, ni las partes de los peces, ni los mandamientos, habiendo aprobado todas esas materias, debe tener una relación directa con los cortes de luz, las bombas en el baño, los tachos de basura incendiados en el patio y las bengalas el último día de clase. O los partidos de rugby con las cartucheras, adentro del aula… o las revoleadas contra el pizarron donde el frizzbee era yo.

Me puse melancólica.

La cosa es que voy a seguir usando la calculadora, voy a seguir sin saber los mandamientos, y me importa poco y nada las partes de los peces.
Pero nunca me divertí tanto como en aquellos días.

Ahora si alguno me quiere dar una lógica más práctica para las tablas de multiplicar, y como se llaman las cositas esas que les digo y… no mejor lo de los mandamientos lo dejamos ahí, pero va a ser muy bienvenido.


Sobre todo porque van a evitar que mi madre cuando vea esto, no me siente a estudiar las tablas y a hacerme tragar la enciclopedia de peces, por bruta.

jueves, 5 de febrero de 2009

Son jodidos eh...




Me tiene un tanto podrida la queja de familiares y amigos, que me hinchan la paciencia en cuanta reunión me encuentran, porque no actualizo el blog.

“Entro todos los días y no pusiste nada nuevo”.
Vale hacer la aclaración, este espacio se basa en cuestiones reales, algunas más exageradas que otras, pero reales.
O sea, los que creyeron que era un chiste lo de la torpeza, o lo de los trofeos en mi cabeza, o lo de la playa, bueno es hora de que se sepa: es todo real.

Si lo más interesante que me pasó durante esta semana fue jugar al “Yo nunca” y descubrir que a un amigo le gustan los travestis, como que no da para postear mucho. Y además tampoco da mandar en cana con pitos y matracas (más que nada con pitos) a mi amigo el cometrabas.

Pero bueno, como corresponde, ya tuvieron su post propio mi mama y mi hermanita. Es hora de mi hermano, que dicho sea de paso cumplió hace poco 25 pirulos, asi que feliz cumpleaños desde este humilde coso, pedazo de morza.

Yo toda la vida pensé que los hermanos, sobre todo los mayores, estaban entrenados, o venían químicamente preparados o algo, sólo para jodernos la vida. Como cuando se llevaba alrededor de 6 materias (en promedio) a marzo, por año, y durante TODO febrero en la casa no podía volar una mosca porque el “nene” se distraía, y cagamos, empezaba a analizar el vuelo del bendito bicho.
O como cuando se paró dormido y desde su cama, me meó. Literalmente. Y no fue la última vez que lo hizo, pero no entremos en detalles. Gracias a dios ese es un recuerdo, como tantos otros, que tengo totalmente borrado.
O como cuando me revoleó un control remoto por la cabeza, que seguramente me lo merecía.

Pero a veces es mas fácil tener un aliado (y si son dos mejor) contra los viejos, que un enemigo íntimo en casa. Y lo mejor de todo es que como una es más chica, siempre culpan al otro.
Vamos a los ejemplos que me encantan:
Se hizo una fiesta en casa, quedó todo hecho un real desastre. Quien se suponía que estaba cuidando a quién mientras los viejos estaban de vacaciones?. Acertaron. Ser más chicas tiene sus ventajas. Federico un mes sin traer a nadie a casa. Lero Lero.
Agustina ya más crecidita (o sea, yo, pero me encanta hablar en tercera persona) hace una fiesta en casa. Y en cuanto se viene la cagada a pedos, la respuesta es “Federico hizo una el año pasado”. Listo, Lola , lero lero, joda joda, el aire es libre y no te toco…
Para que se sobreentienda, me allana el camino.

Vieron cuando uno le dice a un amigo “sos un hermano”… Bueno es más o menos lo mismo, con la diferencia que sabemos que tenemos la misma sangre, que tenemos que pelearnos contra la misma gente, y que vivimos en la misma casa. Lo de la peleas en conjunto tampoco voy a entrar en detalle porque no da quedar mal delante de semejante audiencia (¿?), pero hay varios episodios en los cuales, onda los gemelos fantásticos combatimos contra el mal, incluso yo sentada en sus hombros.
Y ahora que lo pienso suena bastante estúpido., pero les juro fue real.

Salimos juntos prácticamente todos los fines de semana, nos fuimos de vacaciones juntos, y solos, compartimos el grupo de amigos, y de enemigos, y todo eso.
O sea, lo de que los hermanos mayores estan para jodernos la vida, es hora de que también se sepa: ES MENTIRA.
Aunque pensándolo bien, el hecho de que me guste un amigo suyo, puede ocasionar más problemas de los que uds creen.
Me pasó en una ocasión de tener que pedirle permiso yo, su amigo, la familia de su amigo, la mía y hasta el cura de la iglesia de la vuelta de casa. Por suerte nadie salió herido, ni con Fede, ni de la relación, asi que todo bien.

Y además, creo que es bastante divertido tener a alguien más grande que me moleste, y a quien yo pueda molestar.
Por ejemplo ese día en Gesell, que no se me ocurrió mejor idea que meterlo adentro de la bolsa de dormir, cerrarla hasta el cuello, con las manos adentro inclusive, y sentarme arriba de el.
Le agarró un ataque de risa, y no podía respirar.
Pero yo sabia que si lo soltaba estaba firmando mi sentencia de muerte.
Cuando logró sacar las dos manos, me revoleó hacia el otro lado de la carpa… donde estaba mi secador de pelo.
Dos meses después todavía me dolia el huesito dulce.

O cuando me llevo a mi primer recital, me agarro de la cintura y me dijo “empeza a saltar”. Era un quilombo, mucha gente, mucho humo…
Y en cuanto empezó la canción me empujó al medio del pogo, y salió corriendo.

Supongo que en ese momento se le habrá cruzado por la cabeza el “hacete hombre”, aunque calculo que se olvidó de un pequeño detalle.

Como para ir cerrando, la lógica hermanense (¿?) dice que nos cuidemos y nos cubramos y banquemos los unos a los otros.
Pero me parece demasiado tener que hacerle las oraciones cuando él estaba en 2º grado y yo en pre-escolar. O leerle los libros de inglés, para explicárselos después. O perderme de ir a una quinta para hacerle videos con fotos para SU show en vivo. O cocinarle piedas cada vez que me pide. O quedarme horas escuchando como toca la guitarra solamente porque sé que lo hace feliz.

Aflojemos un poco.

Aunque teniendo en cuenta que él me enseñó a escuchar música con el corazón, o a cuidarme en los recitales, o me obliga a no llorar, solamente para que me dé cuenta que hay cosas más importantes en la vida. O sale a pegarle a cualquiera que se atreva a tocarme. O simplemente me pone cara de orgullo cuando le digo que aprobé una materia…



Bueno en definitiva, creo que estamos a mano.

Feliz cumpleaños, HERMANO.