viernes, 31 de julio de 2009
Quiero Dormir!!
En esta foto pueden observarme muy estresada. En las termas de Concordia.
Estaba intentando que se me cayera una sola idea para actualizar el blog. Realmente no se me ocurría nada, porque decidí que por un rato vamos a dejar de lado la línea feminista, que tuvo muchisima adherencia por parte de las mujeres, y muchisimo rechazo por parte de los hombres (sobre todo los involucrados en los cuentos).
Solamente para calmar los animos. Claramente voy a volver a la carga.
El tema es que es demasiado temprano. Y como dije antes no se me caia una idea, hasta que una amiga me dijo “habla de mi sueño y lo que me pone a mal humor a la mañana”.
Bingo!
Si hay algo en lo que soy experta es tener sueño y ponerme de mal humor.
Suelo levantarme alrededor de las 7:00 AM.
Mi hermanita, a las 06:45 AM, para plancharse el pelo. Si, explicame que persona en su sano juicio se levanta media hora antes para PLANCHARSE EL PELO?.
Igual, no es eso lo que me molesta particularmente.
El temita del despertador. Porque si me levanto a las 7:00, adivinen a que hora suena? Y ahora, a que hora suena el mi hermanita?
Si comprendieron. La puteada más chica tiene 32 palabras. QUINCE minutos antes de que me toque levantarme, ella me despierta. Ni mencionar que el despertador del celular suena con CASI ANGELES.
Básicamente mi primer pensamiento de la mañana se entremezcla con “A ver si pueden, a ver si vengo por mas, a ver que pasa…” DIOS.
Matenme. Terminen con esta tortura.
Ni hablar de cuando se confunden, y me levantan más temprano de lo que deberían. En ese momento estoy dispuesta a revolear cualquier cosa que tenga a mano.
Me levanto con esa cara de dormida que me caracteriza y la melena leonina, más al viento que nunca, y voy al baño. Toc- Toc, se puede?
No.
Dale que me tengo que ir.
No.
Que carajo estas haciendo tan temprano? Como una persona puede tardar TANTO en el baño a las 7 de la mañana? EXPLICAMEEEEEEEEE. (este es el momento de mayor desesperación porque todos sabemos que el pis de la mañana es inaguantable).
Cuando logro que me abra la puerta, descubro qué es lo que estaba haciendo. Si, señores, sus sospechas son ciertas. Se estaba planchando el pelo.
Ah no, yo la mato.
Contengo mis instintos asesinos, solamente porque la boluda grita mucho y si mi vieja se levanta, cagamos.
El resto se desarrolla normalmente hasta que me subo al subte.
Sinceramente creo que viajar a las 7:20 en el Subte E, es toda una experiencia… cómo decirlo…casi religiosa.
Porque tenes dos opciones. O no conseguis un puto asiento ni en pedo (porqué todo el mundo se baja en Bolivar?), o alguna vieja de mierda, que está mejor que vos, te lo recontra caga, y vos quedas como una boluda, porque te corriste para sentarte, y quedaste pagando como la mejor.
Y para COLMO, la vieja de mierda te mira como diciendo “te cague”.
En este momento recuerdo la frase de Gasalla en “Esperando la Carroza”: VIEJA DE MIERDA Y LA PUTA QUE TE PARIO!. (gracias por la magia)
Con respecto al subte tengo otra costumbre.
Me encanta viajar escuchando música. Depende mi humor, (que SIEMPRE es bastante malo) elijo la lista de reproducción. Define el resto del día esa media hora que viajo, compenetradísima. Por ejemplo, últimamente Los redondos (con Luzbelito y las sirenas) vienen ganando.
Pequeñisimo problema cuando me encuentro con alguien. La put… a esa hora de la mañana no tengo ganas de contarle a una persona que seguramente no veo hace bastante tiempo, sobre mi trabajo, mi familia, el estudio y el perrito chihuaha del vecino.
No se si notaron que el mundo se empeña en que a esa hora te encuentres con gente “conocida”. No te vas a cruzar con tu mejor amiga, o con el tío que estaba con el auto y “justo pasaba, te llevo?” OLVIDATE. Siempre va a ser el primo, del tio, del amigo, del vecino, de tu hermana. Y no da hacerte la boluda (aunque a veces funciona).
Y yo tengo ganas de pegarme un tiro. O mejor dicho, pegarle un tiro al que me está hablando.
Pero supongamos, y solo supongamos, que no me encontré con nadie, pude escuchar música todo el viaje, y estoy de mejor humor.
Entonces, llego a la oficina, prendo la computadora y como quien no quiere la cosa, entro al Facebook.
Recordemos que a esta altura sigo igual de dormida que antes.
A esa hora, todos absolutamente TODOS los estados del facebook oscilan entre “Me estoy durmiendo” o “que frío que hace, quiero estar metida en la cama”.
Y yo que le estoy dando cabezasos al teclado.
Gracias.
Por recordarme que son las ocho de la mañana y yo estoy metida en una oficina, chateando con los pocos desgraciados que corren mi misma suerte.
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