Callense por el Amor de Jebús!

Ya se que a mi no hay pito, matraca o sonajero que me venga bien.
La mayoría de la gente con la que convivo se encarga de recordármelo dia tras dia.

Y la que lee el blog también, por las dudas.
No vaya a ser que yo crea que soy una conformista. No señor! Siempre hay alguno que me dice que no hay nada que me convenza.
Lo sé y lo reconozco.

Y de eso se trata el post de hoy.
Estoy conciente de que tratar conmigo (tratar de hablar, charlar, etc. No de “tratar” de hacer algo conmigo) no es nada fácil. Pero hay determinadas cosas que me sacan de las casillas. O mejor dicho, determinados tipos de gente.
No puedo hablar, dialogar, intercambiar opiniones, de ningún tipo o factor, sin que esto perjudique mi humor y sobre todo, mi salud mental.
Porque luego me pasa esto.
Esto, esto mismo. Me pongo a escribir y a despilfarrar contra cualquiera que se me cruce.
A ver, para que me entiendan un poco mas voy a detallar qué es lo que me molesta de cada tipo de persona.

Y le recomiendo al que se sienta identificado con alguno de estos grupos (o factores, ese chiste ya lo hice no?), NO SE ME ACERQUE. Por el amor de Dios, Alá, Jebus y Yhave, NO ME DIRIJA LA PALABRA.

El Bolichero:
Lacra humana que padece solamente el género femenino. Es algo así como un clásico del boliche. Estás bailando “Te quiero tanto” de Sergio Denis, sacada, con tus amigas, gritando como desaforadas y te saca a bailar. No te diste cuenta que me estaba divirtiendo, hasta que llegaste vos? Básicamente, no te diste cuenta que me estaba divirtiendo SIN VOS?. Pero pongámosle que por esas milagrosas cuestiones accedés. Claramente, baila mal.
Te revolea, te pisa, te habla al oido incoherencias, BASTA POR FAVOR!!. No me interesa ni tu signo, ni si venís seguido, ni siquiera quiero saber como te llamás!
Pero a no desesperar, nos puede tocar el boludón, que después te invita un trago, y una vez que hiciste fondo blanco, te borras como la mejor, y ahí salimos todos (mejor dicho vos) ganando. Ahora si te toca el cancherito que a la primera de cambio te quiso enchufar un beso, cagaste. No te lo sacás nunca mas de encima.
Existe una variante de este género, el “tocador de pelo”. Pasas y te toca el pelo, como bien su nombre lo indica. Pero la puta que te parió! Me pasé dos horas haciendome la planchita, acomodándome el flequillo, y haciéndome baños de crema para que un idiota como vos venga a manosearme el pelo?. Infradotado mental!!

La vieja parlanchina:
Te puede tocar en cualquier ámbito de la vida. En tu trabajo, en un cumpleaños, en el ascensor de tu casa, en CUALQUIER lado. Son algo así como una plaga.
Sabe de todo, y si no sabe, opina igual. Nunca pero nunca entables una conversación, porque a los diez minutos estás intentando ahorcarla, o en su defecto, cortándote las venas con la galletita de agua.
Seguramente, vos ingenuo, que te cruzaste con la pobre viejecita solitaria del 7mo C, le decis “que frio no?”. Y la respuesta que debería llevar no más de seis palabras es algo así como “y que queres nene? Con toda esta contaminación un dia hace frio, otro hace calor, y estos del gobierno que no hacen nada, lo podes creer? La gente no comesecagadadefrioyestacristinaquenohacenada,porqueencima…” Ahí está. Yo te avisé. Seguramente perdiste el hilo de la conversación cuando puso el frio, la contaminación y el gobierno en una misma oración, asi que pasemos al otro ejemplo.

El cabezón:
No me molesta la gente que escucha cumbia, no me molesta el morocho de piel, no me molesta ningun tipo de raza (si hasta tengo un amigo judío!).
Pero hay ciertas personas que se las da por comerse las S, o las R, o repetir “Gato” todo el tiempo. Por moda. Porque parece que es re piola.
Vade Retro Satanas. No te me acerques porque te pongo cross de derecha que no te olvidas más en tu vida.
Digo no?, yo pregunto y sólo por curiosidad, si la Real Academia española aceptaría estos términos, no hubiera eliminado las S o las R del final de la palabras? O directamente del diccionario? Claramente como no lo hizo, y vos pedazo de estúpido le sacas las S, no te das cuenta que estás hablando mal?
“qué hacé vó?”. Gracia vo!. “eh gato, no tené un peso pa la birra” gato es un felino y nada más! Que culpa tiene el pobre animalito de que vos quieras hablar mal por deporte? Que parte del Principito te faltó leer?
Sigo por otro lado, porque realmente me sacan de quicio.

Voy con el último.

El taxista:
No todos, pero la gran mayoría.
Si no me dirige la palabra en todo el viaje, empiezo a sospechar que me quiere violar, robar, o cualquier cosa que se les ocurra (no, digo, que se me ocurra en ese momento).
Ahora si me empieza a hablar… evalúo la posibilidad de tirarme con el auto en movimiento.
Sr. Tachero, le juro por la santa madre de dios, que me importa un real carajo el mal estado de las calles, el clima, lo que están diciendo en la radio o cualquier anécdota relacionada con ud, que lo acabo de conocer, y lo único que pido es llegar a mi casa en paz. Solamente pregúnteme qué camino quiero tomar. Luego continúe callado, sobre todo si me ve muy concentrada leyendo, escuchando música o cualquier otra actividad que requiera SILENCIO en la parte de adelante del taxi.
Lo mismo corre para los remiseros. Aunque claramente estos son una raza aparte.
Tengo mi remisero de confianza con el cual puedo entablar una amena charla en esos quince minutos de viaje. Pero en general, también los prefiero calladitos. Porque sino corro el riesgo de que me pase como aquella vez que uno se me puso a contar las cosas que le pueden hacer a las chicas “jóvenes y lindas como ud” (era cieguito el pobre, tenia un gps que le indicaba el camino), arriba de un taxi sin que nadie se entere.
Pero la que me pario!. Estoy acá, sola, con vos, y empiezo a mirar con cariño el pestillo de la puerta para bajarme! . No me generas más confianza porque ser remis, boludo!
Eso sí, si me subo y el tipo está escuchando Radio 10, a la primera de cambio, le pego, lo dejo inconsciente y me bajo del auto. Por las dudas Vió!

La lista sigue pero sino voy a estar hasta pasado mañana.
La dejamos aca.
Pero sepan que siempre se pueden agregar más insoportables a la lista, asi que… CUIDENSE!