martes, 28 de abril de 2009
Welcome To Tijuana!!
Se aprobo la ley para la despenalización de la marihuana.
Las repercusiones en la oposición al gobierno fueron muy variadas, aunque en algunos el apoyo fue incondicional.
Lilita Carrió se mostró en desacuerdo con la nueva ley ya que expresó “con lo que costó bajar de peso, si fumo faso, el bajón me va a hacer engordar de nuevo”.
Quien declaró estar muy conforme fue Chernasky que manifestó “el próximo paso es el reparto gratis de paco en las escuelas… los chicos deben formarse de pequeños”, mientras se mandaba un sánguche de milanesa con mostaza.
Uno de los puntos de discusión en esta nueva ley, fue el uso medicinal de la hierba, a lo que un senador contestó “mientras no la usen cuando atienden a pancientes delicados, ellos tambien pueden fumarla.” Todos quedaron de acuerdo.-
En el Parque Centenario, se realiza el festival “Free Cannabis” para festejar la medida que tomó el gobierno.
Por otro lado, se cree que esto también tiene que ver con la eterna oposición entre el gobierno kirchnerista y la iglesia. Por eso la sagrada institución comenzó a quemar incienso en los alrededores del parque en señal de protesta, pero algunos saboteadores pertenecientes al movimiento revolucionario WDK, WAFLES DE KANNABIS, cambiaron el incienso por grandes cantidades de marihuana de diferentes tipos y calidades.
Lo que concluyó con el coro esclesiástico y los sacerdotes cantando canciones de Bob Marley, y haciendo un pic nic gigante en el medio de la plaza.
Los disturbios comenzaron cuandos los restaurantes de los alrededores comenzaron a cerrar por falta de mercaderia.
La bandas que se hicieron presentes apoyando el movimiento fueron Kapanga y Auténticos decadentes.
Aunque sorpresivamente también vinieron Roberto Carlos y su millon de amigos y Cesar Banana Pueyrredón, que ahora como es doble mano, ayudó en la circulación de la manifestación.
Los mantenemos informados.
viernes, 3 de abril de 2009
Brujeriaaa, hice brujeriaaaa....
pinche su muñecooooooo, dije quiero Olvidarlaaaa, y ahora no puedo... RE-SU-CI-TAR-LA (que temazo ehhh)
A riesgo de quedar como flor de estúpida (cosa que ya hice en posteos anteriores), voy a aclarar algo. NO FUE MI CULPA.
Ahora sí una vez entendido este punto, prosigamos.
Epa! Miren que cultural que sueno. (si, como van a MIRAR, si SUENO?, pero no se como ponerlo).
Bueno, bueno… vengo a pedirles ayuda.
Tengo la leve sospecha que estoy engualichada. Si, entendieron bien, engualichada, embrujada, o con una mala suerte de la puta madre, pero de lo que sí estoy bien segura es que todo lo que me está pasando no es normal.
Remontándome a Noviembre del 2008, mi mala, no, MALISIMA racha empezó con la separación de mi (ex) novio. No viene al caso las condiciones, ni nada, pero la verdad que a partir de eso, vengo en caída libre directo a estrolarme contra lo primero que se me cruce, literalmente.
No pasaron ni dos semanas de ese episodio, que me comí un mes de yeso en el tobillo derecho por…. Cruzar la calle. Ya se los había contado, y para no repetir, los remito al MANUAL DE LA FRACTURA PELOTUDA.
Me recupero lo más bien, me voy de vacaciones, “Vamos que cortamos la mala racha!!”
Porque convengamos que para separarte, y ENCIMA fracturarte, tenes que ser muy estúpida/o, o sinceramente tener mala leche.
Opto por la segunda para no sentirme tan mal.
No hace más de tres semanas, venía caminando por mi casa, descalza, y hablando por teléfono, mala combinación para una persona de mi calibre de torpeza (¿?). Pise pis del perro? NO, me clavé una chinche? NO. Me dio una patada la heladera? NO, Me pasó algo normal, que te puede pasar en una casa normal, si estas descalzo? NO.
Me llevé puesto con el dedo chiquito (ese que tenemos únicamente para que nos lo enganchemos con las sillas, patas de las camas, o cualquier cosa dolorosa, y que según los científicos no vamos a tener dentro de muchos años… mientras tanto, me jodo porque yo sí lo tengo) un caño para armar una pantalla gigante.
Si, por más estúpido e increíble que parezca. La pregunta es, cuántas posibilidades hay de que me haya golpeado el dedo chiquito con un caño de pantalla gigante tirado en el medio del piso del comedor?
… nnno…nnnnooo…. Esperen.
La pregunta sería, que hace un CAÑO DE DE PANTALLA GIGANTE, tirado en el comedor de mi casa?
O mejor aún.
Porque hay un caño de pantalla gigante en mi casa?
Bueno, ahora si se están riendo de mí, aguanten un cachito más porque todo esto llega a una conclusión.
El dedito chiquitito que tenemos al pedo, recién me dejó de doler esta semana, y el moretón también desapareció hace poco.
A todo esto, ya había empezado a sospechar que la “mala leche”, “mala racha” o “mala suerte”, no era solamente eso. Vamos a protegernos, cintita roja en mano, no vaya a ser cosa…
(yo no creo en las brujas, pero que las hay…)
Si uds, a esta altura estan pensando que realmente estoy del tomate, esperen un poco más.
Ya les conté, en un post anterior, que abrió la Reina de Sarmiento (el boliche de mi adolescencia) y yo obviamente fui.
Una noche muy buena con gente querida, recordando viejos tiempos, etc.
A las 7 de la mañana cuando ya estábamos saliendo, no me pregunten cómo, (no en serio no me lo pregunten porque no me acuerdo), una botella LLENA de vino, se me cayó arriba del pie. Saldo: No puedo caminar, me tuve que vendar el dedo gordo, y según mi papá ( que no es médico, pero se le acerca bastante), es una fisura, o andamos cerca.
Y cuando digo andamos cerca, digo, tengo el dedo morado, y no me entran las zapatillas.
Ahoran digánme la verdad…
Levanten la mano los que creen que tengo un gualicho jodido?
…
Y Ahora levanten la mano los que creen que soy una boluda?
…
Ok, ok, ya entendí, ya pueden bajar los brazos y dejar de aplaudir, señores.
Pero paren, porque se llega a esta conclusión?
Recapitulemos:
Cuantas posibilidades hay de que los tres “accidentes” sean todos en relación con los pies?
Cuántas posibilidades son que además, los “accidentes” coincidan con líos en mi vida amorosa?
Y cuántas posibilidades hay, que los tres “accidentes” más insólitos del mundo, me pasen a mí, en menos de tres meses? (juguémosle al Tres)
Gualicho o soy una estupida?
Casualidad o Causalidad?
Acción o Reacción?
Deberé largar las drogas duras, que en tipos blandos ahuecan corazones?....
Me fui al carajo.
Ese es el tema.
Si alguien conoce a una bruja que me desengualiche (¿?), o alguien que me haga una de esas campanas protectoras, o le avisan a mi madrina que me mande a los Ángeles de ella se los agradecería.
Porque parece que la cintita roja y la turmalina negra en la cartera, ya no están haciendo suficiente efecto.
Y me estoy cansando de ser la lisiada del grupo.
miércoles, 1 de abril de 2009
Despedida...
Bajamos del micro, una vez llegados a Córdoba. Caímos en la cuenta de que era una de las últimas veces que íbamos a viajar. Que íbamos a verlos. En tres años habíamos recorrido las rutas del país siguiendo a esa misma banda, y ahora, por razones que se nos escapaban, se terminaba. Aquella provincia había sido la parada obligada varias veces y ya nos sentíamos parte del lugar.
A lo lejos, llegaban los primeros autos, y nos instalábamos en la plaza cercana al estadio, en las casas de los alrededores, la gente ponía música para recibirnos, éramos bienvenidos una vez más.
Casi en silencio los 15 o 20 que éramos nos sentamos a la orilla del río, en una ronda gigante, casi parecía un ritual. Algunos armaban el fernet, “ni muy fuerte ni muy liviano, por favor”. Otros, dormían un rato, tirados en el pasto, de cara al sol.
La guitarra empezó a sonar. Canciones que nos recordaban épocas mejores sin duda.
Unos acordes de repente me trasladaron varios años atrás, donde empezó todo.
Habíamos ido a festejar algo, algunos éramos hermanos, primos, amigos, compañeros de escuela. Otros simplemente se acercaban de casualidad a ver qué pasaba.
Estábamos sentados como esa misma tarde, como ahora. Hasta que una voz nos agitó, como de costumbre…
De un minuto a otro el tiempo se congeló, el segundero de cada uno de los relojes de todo el mundo, se detuvo, simplemente.
Volví a Cordoba, volví al ahora, volví en mí, cuando unas risas conocidas me trajeron de vuelta. Más gente recién llegada se sumaba al ritual. Noté que unos amigos me miraban, me invitaron al truco. Sabía que no me podía concentrar así que desistí. Hacía mucho calor, era casi agobiante.
De nuevo la guitarra, de nuevo volví en el tiempo. Pero esta vez, la negrura completa me envolvió. El tiempo seguía sin pasar y alrededor todos y todo se había congelado.
Excepto el sonido. Los gritos, el llanto de alguien perdido en el medio de la marea humana escapando.
Nos habían encerrado.
El fuego comenzaba a consumir el lugar, y no sabíamos de donde venía. Otra vez los segunderos comenzaban a funcionar, pero como una cruel broma, esta vez, mas rápido. Las horas eran minutos, los minutos segundos, que se consumían al compás de las llamas, o de los acordes de la guitarra que todavía sonaba a mi alrededor.
El aire se espesaba, y hasta juro recordar el latido del corazón que en ese momento marcaba el tiempo que nos quedaba.
Otra vez la quietud completa. Algunas sombras se movían, otras ya no. Quedé solo, o por lo menos eso es lo poco que recuerdo. El miedo paralizante, me empujó un poco más, tenía que salir. Hasta que alguien me abrió la puerta.
Sentí el agua en la cara, los ruidos de sirenas cercanas, los gritos seguían, igual que adentro.
Me toqué la cara, erán lágrimas, que boludo, otra vez…
Abrí los ojos. Risas, charlas, el truco- quiero retruco, los pibes. Todos ahí. Como si nunca hubiese pasado nada.
“che ya son las ocho, vamos entrando”.
Un segundo más me trasladé y volví a mirar. Salimos todos? Me pregunté.
Se acercó mi hermana. “Dale vamos. Aprovechemos que es el último”
De viajes y Regresos
Ya se que siempre les meto una excusa diferente de porqué tardo tanto en volver a postear algo medianamente interesante.
Pero vayamos a los hechos de la realidad. No pude subir nada porque en realidad, no se me ocurría nada.
Es que tenía la cabeza ocupada en otras cosas, a saber:
- La vuelta de Gualeguaychú.
- Como frenar a todos los hombres que se me tiraron encima cuando supieron que estaba soltera. (?)
- La operación de mi mamá (si, esta bien gracias a Dios, nada más que como está en casa, me la fumo todo el santo día, y para colmo tiene el tupé de aburrirse, ¿como se puede aburrir con tele, mate y computadora?)
- El viaje a San Francisco- Córdoba, para ver a Callejeros.
- La operación Pelícano (eso se los cuento en otra oportunidad, no vaya a ser cosa que haya aves de rapiña leyendo esto).
El tema es que entre tanto Papelitos y Mari- Mari, tanto mate para la vieja operada, tanto busquemos las entradas de Callejeros que se agotan, y todo eso, no me pude sentar a escribir nada, realmente.
Pero bueno, acá estamos otra vez, para que no me extrañen.
Había pensado en contarles sobre lo lindo que se la pasa en un viaje con amigos, en lo hermoso del paisaje, y de la gente cordobesa que siempre nos recibe con los brazos abiertos, etc.
Pero la verdad que del paisaje no puedo hablar mucho, porque mas que estar tirados en un descampado, tomando algo fresco (léase cerveza o Fernet, creyeron que iba a decir juguito de naranja?), y revolearnos en el pasto, no hicimos.
Si leyeron bien, revolearnos en el pasto. Bueno, estábamos aburridos, sin tele, a cientos de kilómetros de casa, lo más natural del mundo es que empecemos con las guerras y las revoleadas, hasta terminar todos heridos.
No terminamos heridos pero casi.
Un par quedaron desmayados, todavía no estamos seguros si fue el “todos contra todos”, la cerveza, el fernet o el calor.
El recital, muy lindo, gracias.
Pero la verdad que iba a otra cosa. Lo del viaje fue de yapa.
Les iba a hablar de las vueltas. El sentimiento de volver a un lugar que quisiste mucho, o que guarda recuerdos muy buenos.
Ayer me dieron una noticia genial, y se las quería comentar.
Hay lugares, momentos y situaciones que marcan a todo el mundo. Yo tuve una época que empezó alrededor de los 14 y terminó a los 18 años, que fue demasiado divertida.
Y cuando digo demasiado, no exagero. Estamos hablando de ir siempre a los mismos lugares, estar siempre con la misma gente, y que SIEMPRE te pase algo.
Como esa vez, que una amiga se había levantado al barman (a quien no le pasó?). O esa otra que salimos tan tarde del boliche, que no solo nos echaron sino que volvimos en subte a nuestras casas (si, imagínense la hora)
O esa otra, que fuimos a bailar y con 17 años a cuestas, nos cruzamos la ciudad para entrar a otro lugar, de características muy similares. El trayecto era Congreso- Caballito, y en esa época, no había plata para taxi…
O la vez que no aguantamos las ganas, y como había mucha cola para entrar, terminamos haciendo pis en la “plaza porro” a las 3 de la mañana.
Las entradas salían cinco pesos con una cerveza de litro!... y los baños no funcionaban.
Quizá todo esto que les cuento no le significa nada a uds.
O quizás se sienten muy identificados porque les pasó lo mismo.
La cosa es que ayer un amigo de “aquella época” vino y me dio la gran noticia.
Vamos a volver a nuestros orígenes, a donde nos críamos, a donde supimos hacer el bardo más grande para ahora convertirnos en los jóvenes- adultos, responsables que somos.
Si vos, pebete, te reconoces en cada una de estas situaciones (y si quieren aportar más anécdotas son bienvenidos), es porque estuviste en el mismo lugar que yo.
Y ahora estas pensando en la gorda que te comiste después del quinto Fernet de la noche, solamente porq el boludo de tu amigo te dijo “te apuesto lo que quieras que la gorda te rebota” y allá fuiste, pobre ingenuo.
O te estas acordando de que nunca viste tantas rolingas, con tan buen orto, todas juntas y en el mismo lugar.
Y vos nena estas pensando “ese que iba siempre, y me lo comía todos los fines de semana, irà?”, o “porqué el 80% de las anécdotas que tengo en ese lugar, son con una birra robada en la mano?”.
Bueno, la noticia entonces se las doy yo.
Señores, hoy vuelve LA REINA de Sarmiento.
Señores, hoy voy a recordar viejas épocas.
Y estoy segura, que los voy a cruzar alla.
Eso sí, no me esperen despiertos.
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